Cuál es el orden para abrir una puerta

Buscó las llaves en su bolsillo, eligió una y esa la metió en la cerradura girándola un poco más de noventa grados. Inmediatamente la puerta se abrió. Al entrar vio que todo estaba desordenado, su ropa en el living, el florero roto, las flores en el suelo y toda el agua en la mesa. Entró al baño y el escusado estaba usado y la toalla estaba tirada al lado de la mojada ducha. Alguien había revisado sus cosas y había hurgueteado en cada rincón de la casa. Corrió a ver si en el cajón donde escondía las cosas de valor había pasado algo. Pero no, todo estaba en completo orden en ese cajón. Fue como si no lo hubieran podido abrir. No entendía el por qué, porque todos los otros cajones estaban herméticamente abiertos, menos ese que solo tenía la dificultad de que la manilla se le había roto, pero con la mano él lo abrió con facilidad. Tampoco entendía como habían entrado. La puerta no estaba forzada, las ventanas estaban todas enteras y cerradas. Pensó en la gente que tenía llaves, pero no pudo desconfiar de nadie. Simón, el perro, estaba con total libertad sobre el sillón. Encontró todo esto tan raro y ajeno que salió de la casa, le puso llave y se las guardó en el bolsillo… buscó las llaves, abrió la puerta, vio el desorden y se dijo a si mismo que no podía ser que al salir, dejara todo eso tan desordenado. Se puso a ordenar.