Feliz día de reyes!!!

Es clásico que cuando uno no tiene piscina le gustaría tener una. Cuando uno ya tiene la piscina, no la usa tanto. Pero no es normal tener una piscina, querer bañarse y que ésta esté vacía esperando ser arreglada por alguien.
La cosa es que en estos días ha hecho mucho calor, tanto que llegué a cortarme el pelo (muy corto) y las ganas de bañarme en la piscina han sido bastantes. Ahora uno se podrá preguntar por qué nadie la arreglaba, bueno la respuesta es que faltaban los materiales. Pero ayer hubo una buena noticia, mi mamá nos dijo que tenía la plata para comprarlos, así que solo faltaba la mano de obra. Mi papá hoy se levantó y fue a comprar todo lo necesario, me despertó y junto con la Maite (hermana menor), vestidas como cualquier maestro, empezamos con los primeros pasos (aunque ya estaba empezado por mi papá, pero hasta menos de la mitad). Hay mucho que hacer. Primero hay que echarle la pintura gris (me gusta que ese sea el color de mi piscina jejeje) y pasarle una espátula para que se quede dentro de los poros. Cuando hayamos hecho eso en toda la piscina hay que lijarla entera para luego pasarle otra mano de pintura (espero que esta vez sea sin espátula). Bueno en total son 3 manos de pintura, esperar que se seque, llenarla y tirarse un piquero. Espero que terminemos este fin de semana para que el Lunes después de la evidente depresión mi cabeza se pueda enfriar un poco.



Siempre he pensado que en esta fecha se deberían entregar los regalos de navidad.