alistarse, listos...ya!!!!!: Un casi apéndice fantasma

19.2.07

Un casi apéndice fantasma

Después de un rico almuerzo, de esos que empiezan como a las 4.30 luego de una mañana de día Viernes en la playa, comienza un dolor en la panza de la Maite. Fuimos a la feria a buscar unas cosas y el dolor aumentaba y… era hora. Sí, era hora de poner en práctica lo que alguna vez me enseñaron…Primeros auxilios. Partí con una pregunta común: ¿Cómo es el dolor?, era localizado en el sector derecho abajo, justo en el apéndice. Changos. ¿Te duele al caminar?. Sí, pero es un dolor constante. Mmmm. Llegamos a la casa, la acosté, le apreté la guata y solté rápidamente y dolió. Le agarré el pie y le llevé la rodilla al pecho…dolía mucho. Le avisé a mi madre y se le prendió la ampolleta. Había una amiga de la familia de la vida, doctora y que siempre abusamos de ella en estos casos. Claramente la llamamos, fuimos a verla y, sin cachiporrearse (me encanta esa palabra), le hizo lo mismo que yo, con la diferencia que le escucho la guata y dijo que había una fiesta adentro más o menos. La cosa estaba muy dudosa y el consejo fue irse a santiago que era lo más rápido y seguro y ahí pedir una ecografía para salir de dudas y hacer lo que se tenía que hacer. Nosotros fuimos a la casa donde estaban mis tíos con sus 5 críos con la idea de que mis 2 primos se fuera con nosotras (Ceci, Manana y yo) a la casa a dormir. Haciendo cuento corto terminaron los 7 en mi casa (se preguntarán: por qué no se quedaron donde estaban los primos?, la respuesta es simple: había más gente en esa casa y la mía estaba vacía). Todos se instalaron, comimos chocolate y jugamos cartas. Estuvimos en constante contacto con la Maite. A la cabra chica la ingresaron, la vio un cirujano y, como es clásico, éste le pidió la opinión a un segundo. La cosa seguía dudosa, pero lo más probable era que fuera apendicitis. Le tomaron algunos exámenes, menos la ecografía (que era lo más necesario) y le dijeron que lo mejor en estos casos era el diagnóstico clínico y que se quedara en reposo esa noche en la clínica. Le enchufaron el suero mientras jugaba a subir y a bajar la cama cada vez que se sentía algo mejor o extremadamente aburrida.
Al otro día nos despertamos, hicimos un rico desayuno y bajamos a la playa con la tropa de primos. Nos quedamos un rato cortó, porque llegaba otra prima con sus 2 nenes y su esposo/marido a almorzar y, además, algunos de la tropa se iban también a almorzar con nosotras y no había nada hecho. Claramente ese no era problema. Picamos una carne que mezclamos con algunos secretos caseros e hicimos un arroz que quedó bien bueno. Comimos todos. Hablamos con la Maite. La estupidez no era apendicitis y después de perseguir a los doctores eficientes la dieron de alta como a las 8.00pm. Se fueron directo a la playa.
Que día más estresante…. Se me hizo largísimo. Terminó bien. La Maite y ambos padres con nosotros (mi papá en la semana se había quedado trabajando en stgo) un par de ron-cola, un picoteo y una agradable conversación junto con un cigarrillo.

2 Comments:

Blogger Daniela Zárate said...

pez pez pez deja de fumar, cuando me das un beso ya no puedo respirar...

oiga!

saludos a la maite :) yo me autodiagnostiqué mi apendicitis, así que entiendo el retraso de los médicos

12:44 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

hola

no suelo dejar escritos a personas que no conozco directamente

no te conozco directamente

pero de todas formas, como una manera de agradecimiento por tu entretenido post y otros que te he leido

te dejo este saludo


y cariños a Maite (tu hermana?)

8:05 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home