alistarse, listos...ya!!!!!: Viaje al Sur (capítulo I)

5.3.08

Viaje al Sur (capítulo I)

Todas estaban esparcidas, pero tenían en mente hace un año ir al Sur todas juntas. Ponerse de acuerdo siempre cuesta y más si son varias personas. Cada una desde sus extremos hacía algo. Se juntaron algunas con un amigo que tienen en común y que hizo el viaje hace un año, prepararon una ruta y separaron las tareas. Unas se encargaban de ver la comida, otras de comprar los pasajes, ver los materiales como las carpas, lámparas, etc.

Llegó el anhelado 3 de febrero, día que empezaría el viaje. Cada una había hecho sus cosas por separado y cinco de ellas se juntaron en el Terminal un poco antes de para repartir las cosas comunes. El bus salió a las 22.45, el viaje fue largo y no el más cómodo, pero no tenían sueño y las ansias de que empezara eran tantas que no dejaron dormir al resto de los pasajeros por varias horas.


En Puerto Montt se juntaron con dos compañeras más. Se dieron cuenta del primer error del viaje: La comida estaba calculada para quince días y no para los primeros cinco, que eran los que necesitaban para llegar al siguiente pueblo y reabastecerse. Gracias a eso las mochilas de cada una pesaban alrededor de 20 kilos. Como medida de emergencia, separaron la comida para los cinco días y lo que sobraba lo vendieron a precio de desesperación.


Tomaron un bus que las llevó a Lenca y desde allí subieron hasta un camping a 500m antes del Parque Alerce Andino y se encontraron con la octava amiga, que se uniría al viaje más tarde, y con su novio que sería el noveno integrante de la travesía.


Al día siguiente Francisca, Sofía, Soledad, Constanza, Macarena, Teresa y Paz fueron a subir el Alerce Andino. En el camino se encontraron con un alerce milenario, una cascada y dos lagunas. Se demoraron dos horas en llegar a la primera. Sacaron las provisiones de comida que tenían. Puras galletas. Ese era el menú de casi todos los días. Un desayuno contundente de leche con avena y más o menos a las 16.00 un par de galletas para poder sobrevivir hasta la noche donde comían un abundante plato de tallarines, arroz o puré con jurel, atún o carne de soja con crema o salsa de tomate.



Después de recobrar algo de energía empezaron a subir a la laguna triangulo.



Esa era la laguna linda del parque y no querían perdérsela.

Unos tipos que estaban bajando dijeron que les faltaban como tres horas.


Empezaron a subir una escalera muy empinada y el camino no cambió de ángulo en los 4km. A pesar de lo pesado que era el camino ellas iban rápido, pero no hablaban, el cansancio no las dejaba. Querían llegar y meterse al agua. Después de 45 minutos eso fue lo que paso. Las siete corrieron al agua y se maravillaron con el paisaje. La laguna estaba rodeada por dos cerros que formaban un triangulo perfecto con el tercer lado formado por la playa.