alistarse, listos...ya!!!!!: Viaje al Sur (capítulo IV)

8.3.08

Viaje al Sur (capítulo IV)

En la mañana subieron un sendero corto que los llevó a una cascada increíble, pero de difícil acceso, ya que había comenzado a caer un poco de agua y las piedras estaban resbalosas.

Cuando estaban devueltas en el camping, buscaron techo y fuego en una especie de pérgola con cenizas que habían quedado encendidas de la noche anterior. Lograron encender una fogata con las brasas y con los palos que habían porque todo el resto estaba terriblemente mojado. Se quedaron ahí toda la tarde.


Cocinaron una sopa que repartieron entre todos, secaron la ropa que se les había mojado y jugaron a un juego con dos dados y un vaso. La idea de salir de ese lugar ese mismo día murió. Cuando la lluvia se calmó un poco llegó una canadiense con un chileno a calentarse con el fuego y a conversar. Después de que se fueron aparecieron las hermanas alemanas, que habían conocido en la barcaza, junto a un tipo que les dijo que sus carpas se habían volado. Partieron cuatro a ver que había pasado, arreglaron las carpas y volvieron todas mojadas a secarse al fuego. Se mojaron, levemente, dos sacos y una colchoneta. Cocinaron la comida del día, arroz con carne de soja y salsa de tomate, mientras intercambiaban ideas con las alemanas sobre el viaje que harían. La lluvia paró y el horizonte se veía despejado. La idea de irse al otro día se hacía más posible, pero en la noche no paró de llover con un viento violento que movía la carpa.