¿Caso cerrado?
Hace ya más menos dos meses iba en la micro tranquilamente. Un señor se baja y algo le dice al señor chofer, el chofer se altera y le grita devuelta, sigue la discusión y el chofer saca un palo. Un par de jóvenes que estaban en los últimos asientos (a mi lado) se bajan de la micro y tratan de pegarle al chofer que movía su bate como endemoniado tratando de defenderse. La gente dentro de la micro no sabía que hacer, si bajarse o seguir dentro esperando que terminara el show. El micrero se subió a tratar de conducir y anda
Se preguntarán por qué ahora me acuerdo de la situación. Bueno, la explicación es simple. Hoy, cuando me devolvía de una agradable velada, me subí a la micro y reconocí a aquel conductor violento que trataba de hacer justicia con un palo (esa fue la explicación que le dio a los pasajeros que la exigieron). Y en realidad no era tan difícil toparme con ese hombre, siempre me topo con los mismos micreros y da lo mismo, pero tuvo su gracia acordarme de aquel hecho y después sentirlo tan amable cuando le pedí que me dejara en el paradero.
No encontré el escondite del arma…
1 Comments:
jaaja, te veo en la situcación pensando mil coshitas a la vez y y y y y y y y y sentada y la coshita jajaj.
Que bacan es cuando vez a una persona de nuevo en santiago, donde si conoces a algiuen en la calle probablemente nunca más la veas en la vida, aunque pases por su lado nuevamente. La memoria es la enemiga de las anécdotas!
peci, te extraño
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