La vejez y mis vacaciones familiares
Llegué el 18 en la noche de campamento y partí el
Esta señora (mi abuela) tiene 84 años y ya tiene sus mañas, que no son pocas, bien pegadas y tal vez un poco agudizadas. Le gusta que todo esté a su pinta… hasta uno. Algunas de sus frases fueron: “Hay María Paz siéntate bien, pareces no sé qué” (no era tan terrible). “Ustedes con esos pelos parecen cualquier cosa, se les va a caer. Para mí que lo hacen de pura aburridas y se ven tan feas. Mira a
Llegamos a la posta, la revisaron (nada quebrado) y limpiaron y mientras hacían eso a mi me empezó a bajar la presión, no sé por qué si nunca me ha dado nada la sangre y esas cosas, pero preferí salir a la sala de espera.
La abuela quedó con costras y toda moreteada cambiando de color todos los días. No quería salir de la casa y tampoco la podíamos dejar sola, así que nos turnamos para quedarnos. La limpié todos los días con suero. Ahí se le pasó un poco lo mañosa, pero cuando se empezó a sentir mejor… paaartieron! Llegué a la conclusión de que si hubiera sido una vieja cualquiera la hubiera mandado a la mierda, pero la señora también tiene sus cosas buenas.
Del resto solo se puede decir que fueron vacaciones muy familiares…