La espera bajo la lluvia
Ella lo espera donde siempre. Pero lo distinto es que hoy llueve y lamentablemente se le quedó el paragua en la casa. Siempre es la misma esquina, el mismo señor del kiosko, los mismos vendedores de rollos de papel para los taxis y los súper 8. Logró meterse bajo las terrazas de un edificio donde no le llegaba agua y esperó ahí pacientemente. Él se demoró más de lo normal, pero siguió tranquila esperando.
Ya llevaba 1 hora de retraso. Lo llamó al celular y contestó su hermana diciéndole que el celular se le había quedado en la casa, por lo que decide seguir esperando un poco más, pero sólo media hora, luego se iría indignada. Mientras esperaba pasa una ambulancia una luz roja abriéndose camino ente los autos con su bocina y su sirena. Siguió esperando y en eso pasaron dos señoras horrorizadas conversando del accidente. Una moto había perdido el control con la lluvia, se dio vueltas en el suelo y luego el hombre se había dado contra un camión. No sabían si seguía vivo. Se le apretaron todas las vísceras. Él iba todos los días en su moto a verla y la demora no era usual. El llanto fue instantáneo e incontrolable y salió corriendo en dirección al accidente. Al acercarse no logró ver nada, pues el tumulto de gente tapaba todo y sólo vio las luces de los carabineros, la ambulancia a unos metros y el camión de carga con una abolladura en la parte de adelante. Corrió a encontrarse con lo peor y vio un casco tirado lejos. No lo reconoció, vio la moto y tampoco era su moto. Respiró prefundo, el llanto se calmó y se fue para atrás, hacia la vereda. Miró hacia la derecha y él venía caminando. Él le dio un beso y le pidió perdón por el atraso explicándole que había preferido irse en micro, y que por el accidente habían cortado el tránsito y había preferido caminar. Las excusas le dieron lo mismo, sólo lo abrazó.